El número de jóvenes que se declara católico practicante es cada vez más bajo. Ha pasado del 29,2% en 2002 al 10,3% en 2010, según datos del Instituto de la Juventud de España (Injuve). Asimismo, los no creyentes (19,1%) y los ateos (9,6%) han aumentado nueve y tres puntos, respectivamente. Los católicos no practicantes son mayoría, un 45% del total.
Según los últimos datos conseguidos por la institución, en los jóvenes de entre 15 y 29 años se está produciendo un "desplazamiento de lo religioso hacia el ámbito privado".
El director general del Instituto, Gabriel Alconchel, ha señalado que para la juventud "la religión es una asunto privado sin apenas incidencias sobre los comportamientos de su vida", así como "tampoco la debería tener dentro de otros ámbitos como la política o la economía".
De esta forma, ha asegurado en la presentación del número 91 de la revista del Injuve dedicada a la laicidad que ésta "no se opone a la religión", ya que esta "simplemente garantiza que todas las personas puedan practicar la religión que deseen en un contexto de igualdad, sin prevalencias ni privilegios de unas sobre otras".
Por su parte, el coordinador de la revista y miembro del equipo de investigación de la Fundación Ferrer i Guàrdia, Jesús Sanz, ha señalado que "se percibe un rechazo de los jóvenes a las doctrinas propugnadas por la Iglesia Católica, ya que "éstas chocan con la modernidad y con las actividades realizadas habitualmente por éstos".
Asimismo, ha reconocido que la Iglesia "es muy consciente" de que su estrategia debe girar en torno a los jóvenes, sin embargo, señala que "deberían ser menos agresivos en sus planteamientos".
Alconchel ha destacado la diferencia de las cifras señaladas anteriormente con las recogidas en el año 2002, cuando cerca del 30% de los jóvenes decían ser católicos practicantes y "sólo el 10% no creyentes o el 6,2% ateos". De esta forma, ha explicado que se debe a que "en los últimos años se está viviendo un fenómeno de modernización y secularización muy fuerte".
En mi opinión, la "mala" iglesia y todo el negocio creado entorno a ella son los únicos responsables de que toda la fe y creencia se haya perdido prácticamente por completo.
Según los últimos datos conseguidos por la institución, en los jóvenes de entre 15 y 29 años se está produciendo un "desplazamiento de lo religioso hacia el ámbito privado".
El director general del Instituto, Gabriel Alconchel, ha señalado que para la juventud "la religión es una asunto privado sin apenas incidencias sobre los comportamientos de su vida", así como "tampoco la debería tener dentro de otros ámbitos como la política o la economía".
De esta forma, ha asegurado en la presentación del número 91 de la revista del Injuve dedicada a la laicidad que ésta "no se opone a la religión", ya que esta "simplemente garantiza que todas las personas puedan practicar la religión que deseen en un contexto de igualdad, sin prevalencias ni privilegios de unas sobre otras".
Por su parte, el coordinador de la revista y miembro del equipo de investigación de la Fundación Ferrer i Guàrdia, Jesús Sanz, ha señalado que "se percibe un rechazo de los jóvenes a las doctrinas propugnadas por la Iglesia Católica, ya que "éstas chocan con la modernidad y con las actividades realizadas habitualmente por éstos".
Asimismo, ha reconocido que la Iglesia "es muy consciente" de que su estrategia debe girar en torno a los jóvenes, sin embargo, señala que "deberían ser menos agresivos en sus planteamientos".
Alconchel ha destacado la diferencia de las cifras señaladas anteriormente con las recogidas en el año 2002, cuando cerca del 30% de los jóvenes decían ser católicos practicantes y "sólo el 10% no creyentes o el 6,2% ateos". De esta forma, ha explicado que se debe a que "en los últimos años se está viviendo un fenómeno de modernización y secularización muy fuerte".
En mi opinión, la "mala" iglesia y todo el negocio creado entorno a ella son los únicos responsables de que toda la fe y creencia se haya perdido prácticamente por completo.
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