¡Deja que tu sonrisa cambie el mundo pero no dejes que el mundo cambie tu sonrisa!Lucha por tus sueños, porque aunque pienses que no pueden cumplirse, quizás se cumplan...sino lo haces podrías arrepentirte porque tal vez podrías haberlos logrado...MIENTRAS QUE EXISTA UNA POSIBILIDAD O MEDIA POSIBILIDAD ENTRE UN MILLÓN,NUNCA DEJES DE INTENTARLO:)

lunes, 28 de marzo de 2011

Carta a un Maltratador.

Para ti, cabrón:
Porque lo eres...porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado… porque la has maltratado.
¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad?, que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contra diciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, verduras… Es entonces, en medio de una discusión, cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea...si vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?

Te lo diré:
Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, inferior, torpe… La acobardas, la empujas, le das patadas…, patadas que yo también sufría.

Hasta aquel último día... Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera "hacer el amor" (como tú dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera... Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas.
Mamá ya había limpiado toda la casa , fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces... Mamá temblaba y yo también... Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba que en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos…Pero, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.

Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. ¿Crees que siempre puedes hacer lo que quieres? La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!–dijo para adentro mamá-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar... Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento...estabas sorprendido, confuso...claro, porque ella jamás se había negado a nada.

Me puse contento antes de tiempo...
¿Por qué no lo ibas a consentir? ¿Era necesario el castigo para "educarla"?. Según tú, cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo en la boca y patada en la barriga una y otra vez…

Y sucedió...
Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes, agarraba su útero con mis manitas, tan pequeñas todavía, porque quería vivir... Salía la sangre y yo me debilitaba,me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.
Y asi,gracias a tí nunca llegué a nacer... Nunca pude pronunciar la palabra mamá.
Maltrataste a mi madre y me mataste a mí y , por eso, ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y a la que le quitaste el sueño de tener un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.

Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue de tu lado... Muy triste, pero serenamente, sin tener que aguantar más violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino.
Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá; ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador y un borracho. Y como todos ellos, un hombre débil, una alimaña... ¡Un cabrón!

Elaborado a partir de la carta a un maltratador de Fernando Orden Rueda.

1 comentario:

  1. Rosa tia esta fenomenal esta carta... me encanta!
    en la conferencia de la violencia de genero lo interpretaron y salio fenomenal!
    fascinantee.... :D

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